E` stata una bella cattechesi legata con i giochi, lavori nei gruppi e presentazioni evangeliche. Vedi le foto e` puoi` immaginare quanta gioia si trovava tra di noi in questi ultimi giorni di scuola.
A la voz de la orden dada por el pequeño Jesús de «Rumiñazaret» , las niñas María y Marta liberaron a su hermanito Lázaro de las ataduras mortuorias, recuperando así la alegría de vivir.
Escuchar a Jesús pronunciar con divina fuerza las vivificantes palabras: ¡LÁZARO, SAL FUERA!, y ver cómo éstas le devolvieron el aliento a su amiguito y le hicieron salir de un sepulcro improvisado con papel y espumaflex fue impresionante, al mismo tiempo que los israelitas que acompañaban en su dolor a las hermanas y que presenciaron el milagro gritaban por el pavor, horrorizados de ver andar al muerto.
¡Qué gratificante experiencia! y qué regalo tan desbordante de vida nos han brindado estos niños y niñas del Centro de Ayuda Escolar (CAE) de la parroquia franciscana san Antonio de Padua, ubicada en la ciudad de Santo Domingo en Ecuador.
Aunque para muchos de estos chicos esta puesta en escena, sobre los últimos momentos de la vida de Lázaro de Betania y su retorno a la vida terrenal, significó hacer sus pinitos en el teatro, sin embargo todos ellos asumieron sus papeles con gran responsabilidad e ilusión.
Tanto es así que todos ellos trataron de aprenderse de memoria las líneas que debían decir para no tener que leerlas, sobre todo Jesús, Marta y María cuyos diálogos eran más extensos, y darle una mayor naturalidad a esta escenificación de un pasaje de la vida pública de Jesucristo, y cuya dramatización la ensayaron una y otra vez hasta perder la vergüenza natural que les ponía nerviosos a la hora de actuar.
También con los más pequeños se realizaron distintas escenas de la vida del niño Jesús y de la Sagrada Familia de Nazaret, como la ida de José y María a Belén por el censo ordenado, su nacimiento en el establo de Belén y posteriormente cuando los padres del niño Jesús pensaban que estaba perdido y lo encontraron en el templo conversando con los Doctores de la Ley.
Todo esto fue organizado en un ambiente festivo y de oración para prepararlos espiritualmente a recibir en sus corazones a Jesús, con catequesis y charlas acompañadas de experiencias personales, y también tuvieron la oportunidad de expresarse dibujando sobre Jesús y también sobre su propia familia.
Estos dibujos fueron expuestos en varias carteleras para que sus padres pudieran contemplarlos.
En definitiva, esta Convivencia de clausura del año escolar fue como el sello de Dios a la ardua labor que realizan el director del CAE, los educadores y las religiosas que permanentemente les acompañan en sus estudios reforzando sus conocimientos y en sus momentos de alimentación y de sano esparcimiento.
Estoy convencido de que esta experiencia y el tiempo de permanencia de estos niños en el CAE quedará grabado en sus propios corazones y que será uno de sus recuerdos que nunca se borrarán de sus mentes.
Todos estamos expectantes esperando que el próximo ciclo lectivo esté lleno de más y maravillosas sorpresas con las cuales Dios, que ve en lo secreto, recompensará a cada uno en lo escondido de su misterio de amor.
Entonces se cumplirá el evangelio sobre Lázaro, en los niños y quizá en nosotros mismos, de ser desatados y liberados de las ataduras de la falta de afecto, de la ausencia de los padres, de crecer con muy pocos valores morales y cristianos que desembocan irremediablemente en la indiferencia y la negación de Dios.
«Yo soy la resurrección, el que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?» (Juan 11, 25 – 26)
ALCIDES GUTIÉRREZ CHÁVEZ
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